En el siguiente resumen artículo se explica como Godin parte de la idea de que el consumidor cada vez se encuentra expuesto a multitud de mensajes publicitarios por todas partes reclamando su atención. Sin embargo, nuestro tiempo es limitado y esa atención precisa de nuestro esfuerzo voluntario por captar cada mensaje.
La publicidad tradicional ha practicado el que este gurú de la literatura de empresa denomina “Marketing de Interrupción”: aquel que paraliza por unos minutos e involuntariamente las rutinas del usuario con comunicaciones que él no ha solicitado pero que le persuaden para que desarrolle determinadas acciones.
Puedes esperar unos segundos y cargar en este link el vídeo explicativo de este excelente libro o si prefieres puedes seguir leyendo:
Este modelo basado en la interrupción requiere de un fuerte inversión económica de lo contrario el profesional del marketing no podría impactar en un gran número de personas solo comunicando su mensaje (por ejemplo, un anuncio) a través de un única forma de comunicación (por ejemplo, la radio). La comunicación deja de funcionar y se ha gastado más dinero. Un círculo vicioso, sin duda.
En contraposición a la interrupción, el Marketing del Permiso consigue dar una “nueva vida” a la publicidad y al marketing siendo ahora el consumidor y futuro cliente el que, de verdad, tiene la sartén por el mango. Nadie más que él decide si quiere recibir una newsletter con ofertas o una muestra de ese producto porque expresamente ha dado su permiso. Ahora voluntariamente recibirá mensajes que ha solicitado, sin imposiciones ni interrupciones.
Para Seth Godin, el Marketing del Permiso es:
• Esperado, porque esa persona ha solicitado ese mensaje. • Personal, porque lejos de comunicaciones masivas, hablamos de mensajes individuales que intercambiamos una vez dado nuestro permiso, el cual además se alarga en el tiempo. • Pertinente, porque esos mensajes responden a algo que interesa al cliente potencial.
Esta visión del marketing del siglo XXI beneficia a los consumidores pero también a las empresas, porque sus comunicaciones impactan solo en público interesado de verdad. Se favorece así una relación de confianza que se irá afianzando poco a poco y con paciencia, pero donde nunca hay que bajar la guardia. Ese permiso implica estar siempre a la altura de las expectativas del usuario. De lo contrario, esta relación que se inició por el buen camino puede acabar solicitando la baja de una newsletter al enviarle contenidos de baja calidad, por poner un ejemplo.
En su libro destaca especialmente la diferenciación que hace de los 5 niveles de permiso:
• Intravenoso: Permite al profesional tomar decisiones importantes y de responsabilidad en nombre del consumir. Todo un privilegio. • Puntos. Recordemos las típicas promociones de supermercado con cartillas en las que, para obtener un regalo, te dan puntos por la compra. • Relación personal: Esta modalidad de permiso emplea la relación establecida con el cliente para originar cambios en su conducta. • Confianza en la marca: Una marca con un excelente posicionamiento en el mercado por la calidad de sus productos, generará confianza mejorando las posibilidades de obtener el permiso incluso para extensiones de sus productos. • Situación: Aunque limitado en el tiempo, se basa en aprovechar una situación concreta para conseguir el permiso del posible cliente. Por ejemplo, una frase tan sencilla como “¿Puedo ayudarte?”.
El Marketing del Permiso ofrece incentivos directos e incluso adicionales para conseguir más permiso, se concreta en los beneficios del producto, al tiempo que se apoya en ese permiso para cambiar el comportamiento del consumidor para lograr el objetivo deseado.
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